Practica con el tangram construyendo estas figuras de animales
La historia del tangram
El
tangram es un rompecabezas de origen
chino que probablemente apareció hace tan sólo 200 ó 300 años. Los chinos lo
llamaron "tabla de sabiduría" y "tabla de sagacidad" haciendo referencia a
las cualidades que el juego requiere.
La misma palabra "tangram" es un invento occidental: Se supone que fue
creada por un norteamericano aficionado a los rompecabezas, quien habría
combinado tang, una palabra cantonesa que significa "chino", con el sufijo
inglés gram (-grama) que significa "escrito" o "gráfico" (como en
cardiograma).
Los primeros libros sobre el tangram aparecieron en Europa a principios del
siglo XIX y presentaban tanto figuras como soluciones. Se trataba de unos
cuantos cientos de imágenes en su mayor parte figurativas como animales,
casas y flores... junto a una escasa representación de formas abstractas. A
lo largo del siglo XIX aparecieron diversos libros de tangram chinos, que
fueron copiados por las editoriales europeas, buena prueba de la popularidad
que había adquirido el juego. A partir de 1818 se publicaron libros de
tangram en EE. UU., Inglaterra, Francia, Alemania, Austria e Italia.
En la introducción al libro publicado en Italia se hacía notar que el
tangram se jugaba "en todas partes con verdadera pasión". En efecto, aunque
una antigua enciclopedia china lo describía como "un juego de mujeres y
niños", el tangram se había convertido en una diversión universal.
En cuanto al número de figuras, la mayor parte de las publicaciones
occidentales copiaron las figuras chinas originales, que ascendían a algunos
cientos. Al principio el tangram fue publicado en forma de libro, en torno a
1870 se concedía más atención al juego mismo y sus siete componentes, de
forma que el tangram era producido y vendido como un objeto: piezas de
marfil, tarjetas con las siluetas y envoltorio en forma de caja.
Hacia 1900 se habían añadido nuevas figuras y formas geométricas, llegando a
un total de más de 900 y en 1973, los diseñadores holandeses Joost Elffers y
Michael Schuyt produjeron una edición en rústica con 750 figuras nuevas,
alcanzando así un total de más de 1.600. La edición de 1973 ha vendido hasta
la fecha más de un millón de ejemplares en todo el mundo.